Los Titanes

Tiempo después del nacimiento de Urano y Gea, estos engendrarían primeramente a los Hecatonquires o Hecatónquiros de nombres Briáreo, Gíes y Coto, quienes se caracterizaron por su insuperable tamaño y fuerza además de poseer cada uno cien brazos y cincuenta cabezas (Son hermanos de los Titanes pero su fuerza es más ruda, con ella no es posible entenderse. Seres como ellos no nacieron para gobernar, aunque en los momentos de cambio hacen su aparición, poderosamente, como servidores de un poder supremo a cuyo servicio inducen las decisiones. Briareo, llamado por Tetis, se presenta en el Olímpo y se sienta a un lado del trono de Zeus para defenderlo de los dioses que planeaban encadenarlo)

Urano, su padre, se encargaría de enviarlos al Tártaro junto con sus hermanos los cíclopes; Arges, Estéropes y Brontes, provistos de un solo ojo en la frente.

Posteriormente Urano y Gea nuevamente engendraron nuevos hijos los denominados TITANES; Océano, Ceo, Hiperión, Crío, Jápeto y, el más joven de todos, Cronos; e hijas, las llamadas TITÁNIDES: Tetis, Rea, Temis, Mnemósine, Febe, Dione, Tea.

La palabra ‘Titan’ por si misma tiene muchos significados, el antiguo orador griego, Hesíodo, señala que fue el propio Urano quien le dio ese nombre a los Titanes, aludiendo al hecho de que al atentar en contra suya se convertirían en sacrílegos.

El primero de los Titanes fue Océano, es el cinturón líquido que rodea el universo y corre en círculo, de manera que su principio y su final se confunden: el río cósmico gira en circuito cerrado sobre sí mismo. El más joven de los Titanes lleva el nombre de Cronos, y lo apodan «Cronos el de las ideas astutas».

Fue debido a que Urano lanzo a sus propios hijos al Tártaro que Gea madre de los Titanes, los incitó a revelarse en contra de Urano «Escuchadme, vuestro padre nos injuria, nos somete a unas violencias espantosas, tenemos que acabar con esto. Debéis rebelaros contra vuestro padre, el Cielo.» Sin embargo todos los Titanes se negaron excepto uno; Cronos. Fue así que Gea le proporcionó a Cronos una hoz de hierro blanco para que atacara a su padre.

Cronos convencería sus hermanos y hermanas para que lo apoyaran en el ataque a Urano, no lo hizo así con su hermano mayor, Océano, quien fue el único de los Titanes que se negó a ayudarlo.

Finalmente Cronos cortó a su padre los genitales y los arrojó al mar. Urano, al ser castrado, lanzó un alarido de dolor y se alejó rápidamente de Gea y se estableció entonces en la cima del mundo, de donde no se moverá jamás. De la sangre vertida en el mar, nacieron las Erintias, Alecto, Tisífone y Megera, también de la sangre de Urano, en el mar se formó una corona de espuma blanca de la que nació Afrodita Afrogenia.

No obstante al haber desplazado a Urano, los Titanes liderados por Cronos, confinaron nuevamente a sus hermanos al Tártaro. Pronto, Cronos se desposó con su hermana Rea pero según una predicción de Gea, su madre, Cronos sería depuesto por un hijo suyo y que los Titanes sólo podrían ser vencidos con la ayuda de los tres Hecatónquiros por lo que Conos ante la predicción de su madre Devoró a Hestia, su primogénita, luego a Deméter y a Hera, y tras ellas a Hades y Poseidón. Irritada por ello Rea se dirigió a Creta, estando embarazada de Zeus, lo dio a luz en una cueva de Dicte y se lo entregó a los Curetes y a las ninfas Adrastea e Ida, hijas de Meliseo, para que lo criaran. Éstas alimentaban al niño con la leche de Amaltea; los Curetes, armados, custodiaban al niño en la cueva y golpeaban los escudos con las lanzas para que Cronos no oyera su voz. Rea por su parte le dio a Cronos una piedra envuelta en pañales para que la devorara como si fuera Zeus recién nacido.

Cuando Zeus se hizo adulto, pidió ayuda a Metis, hija de Océano, la que con una bebida obligó a Cronos a vomitar primero la piedra y luego los hijos que se había devorado; Zeus, auxiliado sus hermanos, hizo la guerra contra Cronos y los Titanes. Después de combatir diez años, Gea predijo a Zeus la victoria si se aliaba con los arrojados al Tártaro.

Él, tras matar a Campe, la guardiana del Tártaro, desató sus ligaduras. Entonces los Cíclopes entregaron a Zeus el trueno, el relámpago y el rayo, a Hades el yelmo y a Poseidón el tridente. Así armados vencieron a los Titanes y los encerraron en el Tártaro dejando como guardianes a los Hecatonquires. Posteriormente echaron a la suerte el poder y Zeus obtuvo el dominio del cielo, Poseidón el del mar y Hades el del inframundo. Terminando así la Titanomaquia (guerra contra los Titanes) y llevando a la supremacía a Zeus y a sus hermanos para darle paso al reinado de los dioses Olimpicos.